Catástrofes
Los daños de nuestro entorno y los riesgos son ya tan numerosos que es difícil englobarlos todos. A cada momento se conocen nuevos peligros. A menudo las consecuencias no se hacen sentir antes de transcurrir cierto tiempo. Año tras año se fabrican nuevos productos químicos cuyos efectos o eventuales correlaciones con otros se desconocen. La ciencia tiene muchos conocimientos, pero todavía es más grande el ámbito de lo desconocido. Así, que debemos contar en un futuro próximo con sorpresas no siempre gratas e incluso peligrosas. Lo desconocido y lo inesperado -como lo predice Lobear- se hará realidad. Nadie es capaz de decir dónde está el límite de lo que puede aguantar el sistema ecológico. «La verdadera catástrofe aún está por venir», escribe G. R. Taylor. La relación siguiente demuestra que hemos de temer lo peor.
Sufridos como consecuencia de catástrofes naturales, principalmente por inundaciones, que representan el 85 por ciento del volumen total.
Según datos facilitados a Efe por el organismo, que tiene entre sus funciones la cobertura de los daños producidos por catástrofes naturales, siempre que el bien afectado cuente con algún seguro, el peor ejercicio en cuanto a este tipo de daños desde 1998 fue el pasado, 2007, ya que las indemnizaciones ascendieron a 212,42 millones de euros.
Por tipo de catástrofe, las inundaciones han supuesto el desembolso de 1.181 millones de euros en los últimos diez años, mientras que las tempestades ciclónicas atípicas han causado daños por importe de 179,45 millones de euros, y los terremotos y maremotos por valor de 28,43 millones de euros.
Estas cifras reflejan, tal y como explica en CCS en su publicación "La cobertura aseguradora de las catástrofes naturales", que la inundación es el evento natural que más daños catastróficos produce en España.
Según la misma publicación, las zonas más afectas en estos últimos años han sido Andalucía, País Vasco, Cataluña y Comunidad Valenciana.
El peor año en cuanto a inundaciones fue, una vez más, 2007, ya que las cuantías que tuvo que pagar el Consorcio ascendieron a 179,49 millones de euros, seguido de el año 2000, con 172,90 millones, y 2001 (129,14 millones).
No obstante, no es la inundación el único peligro, ya que los terremotos y tsunamis, que no se prodigan demasiado en España, representan, señala el organismo, una amenaza que no se debe menospreciar, sobre todo si se tiene en cuenta que en el pasado del país han estado presentes.
Sin ir muy atrás en el tiempo, las últimas manifestaciones sísmicas significativas se han producido en la región de Murcia; en 1999 en la zona de Mulas, en 2002 en Bullas y en 2005 en la misma zona, con seísmos de magnitudes de hasta 4,8.
Así, el ejercicio en el que se registraron los daños más cuantiosos fue 1999 (14,88 millones de euros), seguido de 2005 (7,7 millones) y 2002 (1,59 millones).
Además, los tornados, fenómenos que habían tenido poca incidencia en España, en los últimos ejercicios han causado daños de manera más frecuentes y por cuantías mayores.
De hecho, las tempestades ciclónicas atípicas han causado daños más importes que los terremotos, y en 2005, el peor año, el CCS tuvo que pagar casi 67 millones de euros por este siniestro.
Como se destaca en la publicación del organismo, las catástrofes naturales muestran, desde hace algunas décadas, una línea de tendencia "marcadamente alcista" por lo que al importe de daños económicos y asegurados se refiere.
Sufridos como consecuencia de catástrofes naturales, principalmente por inundaciones, que representan el 85 por ciento del volumen total.
Según datos facilitados a Efe por el organismo, que tiene entre sus funciones la cobertura de los daños producidos por catástrofes naturales, siempre que el bien afectado cuente con algún seguro, el peor ejercicio en cuanto a este tipo de daños desde 1998 fue el pasado, 2007, ya que las indemnizaciones ascendieron a 212,42 millones de euros.
Por tipo de catástrofe, las inundaciones han supuesto el desembolso de 1.181 millones de euros en los últimos diez años, mientras que las tempestades ciclónicas atípicas han causado daños por importe de 179,45 millones de euros, y los terremotos y maremotos por valor de 28,43 millones de euros.
Estas cifras reflejan, tal y como explica en CCS en su publicación "La cobertura aseguradora de las catástrofes naturales", que la inundación es el evento natural que más daños catastróficos produce en España.
Según la misma publicación, las zonas más afectas en estos últimos años han sido Andalucía, País Vasco, Cataluña y Comunidad Valenciana.
El peor año en cuanto a inundaciones fue, una vez más, 2007, ya que las cuantías que tuvo que pagar el Consorcio ascendieron a 179,49 millones de euros, seguido de el año 2000, con 172,90 millones, y 2001 (129,14 millones).
No obstante, no es la inundación el único peligro, ya que los terremotos y tsunamis, que no se prodigan demasiado en España, representan, señala el organismo, una amenaza que no se debe menospreciar, sobre todo si se tiene en cuenta que en el pasado del país han estado presentes.
Sin ir muy atrás en el tiempo, las últimas manifestaciones sísmicas significativas se han producido en la región de Murcia; en 1999 en la zona de Mulas, en 2002 en Bullas y en 2005 en la misma zona, con seísmos de magnitudes de hasta 4,8.
Así, el ejercicio en el que se registraron los daños más cuantiosos fue 1999 (14,88 millones de euros), seguido de 2005 (7,7 millones) y 2002 (1,59 millones).
Además, los tornados, fenómenos que habían tenido poca incidencia en España, en los últimos ejercicios han causado daños de manera más frecuentes y por cuantías mayores.
De hecho, las tempestades ciclónicas atípicas han causado daños más importes que los terremotos, y en 2005, el peor año, el CCS tuvo que pagar casi 67 millones de euros por este siniestro.
Como se destaca en la publicación del organismo, las catástrofes naturales muestran, desde hace algunas décadas, una línea de tendencia "marcadamente alcista" por lo que al importe de daños económicos y asegurados se refiere.